SANTO DOMINGO.-El Día Mundial de la Sonrisa se celebra todos los años el primer viernes de octubre, este día especial fue instituido por Harvey Ball, creador del smiley (cara sonriente) en el año 1963. El primer año que se celebró fue en 1999.
Cada año, en esta fecha, se recaudan fondos para obras de caridad, se fomenta la alegría y buenas obras en todo el mundo, además de que se motiva a que durante este día todas las personas sean amables con todo el mundo para contagiarlos con sonrisas.
El origen de un símbolo que se transformó en icono global

En 1963, Harvey Ball recibió el encargo de diseñar una imagen destinada a levantar el ánimo de los empleados de una aseguradora estadounidense. El resultado fue la célebre carita amarilla con una sonrisa amplia, un trazo simple que se convertiría en uno de los símbolos más difundidos del planeta.
En un inicio, Ball no imaginó el alcance que tendría aquella creación, concebida como una herramienta temporal para resolver un problema corporativo. Sin embargo, el dibujo trascendió barreras lingüísticas y culturales, transformándose en un lenguaje compartido que todos podían comprender sin necesidad de palabras.
Con el paso de los años, la carita feliz se multiplicó en carteles, camisetas y campañas publicitarias. Ball observó que su diseño, reproducido hasta el cansancio, se había convertido en un objeto comercial sin mayor conexión con el mensaje inicial. Preocupado por ese rumbo, tomó la decisión de reivindicar el sentido profundo del gesto y propuso la creación de un día que celebrara el poder de la sonrisa como vehículo de bondad y cercanía. Fue así como en 1999 se estableció el Día Mundial de la Sonrisa, con el objetivo de recuperar el valor genuino de aquel símbolo.
Una fecha sin fronteras

Campañas de donación, actos solidarios y dinámicas escolares se han multiplicado alrededor del mundo bajo el lema de que una sonrisa auténtica puede generar cambios visibles en la vida cotidiana.
En esta jornada, distintas comunidades recuerdan que un gesto sencillo puede aliviar tensiones, acercar a desconocidos y reforzar la confianza en medio de las dificultades.
Iniciativas que refuerzan el mensaje

Cada año, el Día Mundial de la Sonrisa se convierte en un escenario para visibilizar proyectos comunitarios y sociales. En diferentes países se promueven actividades que van desde talleres de salud emocional hasta eventos destinados a compartir tiempo con personas en situación de vulnerabilidad. Escuelas y universidades organizan dinámicas donde los estudiantes reparten mensajes positivos y obsequian sonrisas como símbolo de unión.
Los medios de comunicación también suelen difundir campañas orientadas a invitar a la población a practicar la empatía. Algunas ciudades decoran espacios públicos con la carita amarilla como recordatorio visual de la fecha. “Una sonrisa genuina no cuesta nada, pero su impacto puede cambiar la vida de alguien”, afirmaba Harvey Ball en entrevistas donde defendía el poder transformador de este gesto. Sus palabras continúan presentes en cada edición de la jornada, que busca trascender la mera celebración para convertirse en un recordatorio de la importancia de la amabilidad.
Beneficios y relevancia en la actualidad

Más allá del simbolismo, la sonrisa posee un efecto comprobado en el bienestar físico y emocional. Psicólogos y expertos en salud destacan que al sonreír el cuerpo libera endorfinas y serotonina, sustancias que ayudan a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo.
Además, genera una percepción positiva en el entorno y refuerza los vínculos interpersonales. Este impacto fisiológico y social convierte a la sonrisa en un recurso poderoso para fortalecer la convivencia.
En tiempos de incertidumbre y tensiones globales, el Día Mundial de la Sonrisa cobra aún más importancia. La fecha recuerda que un gesto sencillo puede marcar una diferencia significativa en la vida diaria.
Actuar con optimismo y compartir alegría no resuelve los grandes problemas del mundo, pero contribuye a construir ambientes más saludables y solidarios. La sonrisa, en su forma más genuina, sigue siendo un idioma universal capaz de unir a las personas más allá de cualquier frontera.
Lo bueno de la sonrisa
– Al sonreír el cerebro libera endorfinas, responsables de bajar nuestros niveles de estrés y hacernos sentir felices.
– Reír expande los pulmones, estira y relaja los músculos del cuerpo y estimula la homeostasis.
– La sonrisa es una expresión con más probabilidades de atraer a la gente hacia nosotros en lugar de alejarlos.
– Rodéate de gente, familiares o amigos que te provoquen risas, de esta forma te desarrollarás en un ambiente mucho más saludable, que traerá grandes beneficios tanto de salud como psicológicos.


                                    