MARYLAND.– ElPremio Nobel de Medicina o Fisiología 2025 es para los estadounidenses y Fred Ramsdell y el japonés Shimon Sakaguchi “por sus descubrimientos relacionados con la tolerancia inmunológica periférica”, informó este lunes la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo.
Los galardonados de este año identificaron los guardias de seguridad del sistema inmunitario, las células T reguladoras, que evitan que las células inmunitarias ataquen a nuestro propio organismo.
Los descubrimientos de los premiados sentaron las bases para un nuevo campo de investigación en la tolerancia periférica, lo que impulsó eldesarrollo de tratamientos médicos para el cáncer y las enfermedades autoinmunes, que también puede conducir a trasplantes más exitosos.

Primer plano de una medalla del Premio Nobel en los Institutos Nacionales de Salud (NIH) en Bethesda, Maryland, el martes 8 de diciembre de 2020. (Foto AP/Jacquelyn Martin, Archivo)
Varios de estos tratamientos se encuentran actualmente en fase de ensayos clínicos.
La esperanza es poder tratar o curar enfermedades autoinmunes, proporcionar tratamientos más eficaces contra el cáncer y prevenir complicaciones graves tras los trasplantes de células madre.
Sakaguchi, descubrió en 1995 una nueva clase de células T, un hallazgo clave, ya que en esos momento muchos investigadores estaban convencidos de que la tolerancia inmunológica sólo se desarrollaba debido a la eliminación de células inmunitarias potencialmente dañinas en el timo, a través de un proceso denominado tolerancia central.

Los miembros de la Asamblea Nobel anuncian a los ganadores del Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2025, Mary E. Brunkow, Fred Ramsdell y Shimon Sakaguchi, por sus descubrimientos sobre la tolerancia inmunitaria periférica, en el Instituto Karolinska, en Solna, Condado de Estocolmo, Suecia.
Brunkow y Ramsdel, obtuvieron conocimientos decisivos sobre el origen de las enfermedades autoinmunes, después de que en2001 hicieran un descubrimiento clave, cuando explicaron por qué una cepa específica de ratones (denominada scurfy) es particularmente vulnerable a las enfermedades autoinmunes.
Ambos científicos descubrieron que los ratones presentaban una mutación en un gen al que llamaron Foxp3 y demostraron también que las mutaciones en el equivalente humano de este gen causan una grave enfermedad autoinmune, la IPEX.


