Los investigadores operaban bajo la “fuerte creencia” de que había más de un tirador, pero no pensaban que hubieran acudido al campus “con un objetivo específico de causar un evento de víctimas masivas”, dijo el fiscal del condado Chester, Christopher de Barrena-Sarobe, durante una conferencia de prensa el domingo.
Hasta ahora, una persona ha sido encarcelada por cargos de portar un arma de fuego oculta sin licencia, y las autoridades estaban investigando si esa arma fue utilizada en el tiroteo, dijo de Barrena-Sarobe.
Las autoridades informaron que el tiroteo ocurrió en torno a las 9:30 de la noche frente a un edificio enorme llamado el Centro Cultural Internacional, donde se habían instalado carpas y mesas para comer y socializar tras un partido de fútbol americano.
El campus se encuentra unos 70 kilómetros (45 millas) al suroeste de Filadelfia. Los detectives del condado Chester dirigían la investigación, con el apoyo de la policía estatal y el FBI.
El gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, escribió en X que fue informado sobre el tiroteo y ofreció el apoyo de su administración y familia.
“Súmense a Lori y a mí para rezar por la comunidad de la Universidad Lincoln”, expresó.
El jefe de policía de la Universidad Lincoln, Marc Partee, dijo que el tiroteo devastó a la comunidad universitaria en lo que se suponía que era un día de alegría celebrando el legado de la escuela. La escuela cerraría el lunes, con un evento planeado para los estudiantes y la comunidad.
“Si hubiera otra palabra para describir eso, que sea más impactante, la usaría”, comentó, “pero ‘devastado’ es un comienzo”.


