WASHINGTON.-Los vuelos se reducirán un 10% en 40 ciudades importantes de Estados Unidos a partir del viernes por la mañana, mientras el gobierno federal lidia con el cierre histórico en curso, lo que probablemente dejará a millones de pasajeros en la estacada.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, y el administrador de la FAA, Bryan Bedford, anunciaron el miércoles por la tarde que la agencia federal recortaría el personal de control de tráfico aéreo hasta que finalice el cierre del gobierno.

El secretario de Transporte, Sean Duffy (izquierda), y el administrador de la FAA, Bryan Bedford, anunciaron una drástica reducción de los viajes aéreos en Estados Unidos a partir del viernes.X/@SecDuffy
El cambio afectará a los viajes comerciales y privados, e incluso a los vuelos espaciales.
Bedford aseguró que los recortes no afectarían la seguridad aérea.
“El sistema es extremadamente seguro hoy. Seguirá siendo extremadamente seguro mañana.”
Mientras aumentan los retrasos en los vuelos de los aeropuertos estadounidenses debido al cierre del Gobierno, que dura ya más de un mes. Casi 13.000 controladores aéreos de EE.UU. están trabajando sin cobrar. Pero no todos ellos están dispuestos a hacerlo, y muchos se están acogiendo a bajas por enfermedad, lo que dificulta cada vez más el cumplimiento de los horarios. El personal de asistencia en tierra también está bajo mínimos.
«Cuando vienes aquí, esperas que todo funcione a la perfección. Ahora vamos a pasar aquí cinco horas, hemos salido antes por la situación. Estoy un poco decepcionada», dijo una mujer a la agencia de noticias AP en el aeropuerto George Bush de Houston. Hubo quien hizo cola durante cuatro horas antes de poder embarcar en su vuelo.
El cierre del Gobierno comenzó el 1 de octubre porque republicanos y demócratas no logran ponerse de acuerdo sobre un presupuesto. Si no se llega a un acuerdo en unos días, será el cierre más largo de la historia. Los expertos advierten que cuanto más dure, mayor será el caos en los aeropuertos.
El porqué del cierre
El cierre del Gobierno gira en torno al debate sobre la política sanitaria, en particular la financiación de la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible, que proporciona a millones de estadounidenses subsidios gubernamentales para adquirir un seguro médico. El plan se introdujo durante la presidencia de Barack Obama y ha experimentado varias mejoras desde entonces.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) publicó el domingo un comunicado en su página web en el que informaba de que la ayuda alimentaria federal no se pagará el 1 de noviembre, lo que aumentará la carga de las familias de todo el país.
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