LA HABANA.-La tensión aumenta en toda Cuba ante el inminente impacto del huracán Melissa, que en las primeras horas de la mañana del lunes alcanzó la categoría 5, con vientos sostenidos de 160 millas por hora.
Las provincias orientales de Granma, Santiago de Cuba, Guantánamo y Holguín se encuentran bajo aviso de huracán, mientras el país se moviliza para enfrentar una de las tormentas más poderosas de la temporada.
“Va a entrar categoría 4 o 5 por el oriente. Muy fuerte”, advertía un residente cubano desde Florida, reflejando la preocupación de la comunidad en el exilio. Otro añadía: “Si pasa el huracán, falta la comida, los alimentos en general. Es una catástrofe si pasa el huracán por Cuba”.
Desde la televisión estatal, las autoridades han llamado a la población a mantener la calma y actuar con responsabilidad. “Hay que tener una gran percepción del riesgo para evitar daños económicos y humanos”, alertó una presentadora en el noticiero matutino.
En Santiago de Cuba, donde las lluvias recientes ya han provocado derrumbes, la situación es crítica. “Todo ese muro de allá arriba se derrumbó, la mitad de la casa… todo cayó aquí abajo”, relató Nidia García, vecina afectada y que fue evacuada a la vivienda de familiares.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, encabezó hoy un Consejo de Defensa Nacional ampliado para evaluar los preparativos ante el inminente impacto del huracán Melissa, de categoría 5 en la escala Saffir- Simpson.

Mediante videoconferencia, el mandatario coordinó acciones con las máximas autoridades del Partido Comunista de Cuba y el Gobierno en las provincias orientales ya en Fase de Alarma, Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma, Holguín, Las Tunas y Camagüey, así como con Ciego de Ávila y Sancti Spíritus, que se encuentran en Fase de Alerta.
El resto del país se mantiene en Fase Informativa, con todos los Consejos de Defensa Provinciales activados, según informó la Presidencia de la República en la red social X.
El director general del Instituto de Meteorología, Celso Pazos, precisó que Melissa ganó intensidad en las últimas horas y representa una amenaza mayor que huracanes anteriores como Dennis, Sandy o Matthew.
El general de División, Ramón Pardo, jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, detalló las medidas de evacuación en curso en los territorios orientales, ante el riesgo de inundaciones por lluvias torrenciales.
En Granma, la primera secretaria del Comité Provincial del Partido, Yudelkis Ortiz, informó que los embalses están al 57 por ciento de su capacidad y se adoptan acciones para proteger recursos económicos.
“La provincia se prepara para transitar por el peor escenario, con el objetivo de proteger a la población y garantizar los servicios vitales”, dijo.
En Santiago de Cuba, su homóloga Beatriz Johnson confirmó la evacuación de más de 119 mil personas, la cosecha anticipada de productos agrícolas esenciales y la inspección de zonas críticas.
Desde Guantánamo, el primer secretario del Partido, Yoel Pérez, aseguró que ya están garantizadas las evacuaciones de más de 39 mil 500 personas en albergues y viviendas de familiares o vecinos solidarios, basándose en experiencias previas en fenómenos meteorológicos similares.
Representantes de organismos estatales ofrecieron una actualización sobre la disponibilidad de energía, agua, alimentos, transporte, turismo, educación, salud y comunicaciones.
Brigadas de electricistas y de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) están listas para intervenir en zonas afectadas.
El secretario de Organización del Comité Central del PCC, Roberto Morales, informó que se han creado grupos de trabajo integrados por miembros del Secretariado y otros cuadros, ya desplegados en los territorios.
Subrayó la necesidad de mantener una comunicación oportuna y sistemática con la población, así como brindar atención especial en los centros de evacuación.
Díaz-Canel reiteró en la reunión que la prioridad absoluta es la protección de la vida humana.
Las autoridades locales aseguran que existe un plan para garantizar el abastecimiento básico. En Las Tunas, Osbel Lorenzo, presidente del Consejo de Defensa, explicó: “Tenemos un nivel de yuca acá en el territorio… un nivel de plátano y más boniato, que es una cuestión fundamental”.
Sin embargo, incluso en el occidente del país ya se sienten los efectos de Melissa. Un residente en Florida contaba: “¡Muchacho! Si está en oriente y los vientos en la Isla de la Juventud tienen el barco de Batabanó sin poder operar. Se retiró toda el agua.”
Los Consejos de Defensa en cada provincia aseguran que trabajan sin descanso. “Nos estamos preparando para lo que nos pueda suceder”, afirmó nuevamente Lorenzo desde Camagüey.
En Santiago de Cuba, Marcos Antonio Martínez indicó que “los compañeros de Aguas Santiago y Servicios Comunales están trabajando en todo el territorio”.
Pero más allá de los daños materiales, expertos de salud advierten que el paso del huracán podría agravar otro problema que ya afecta al país: la proliferación de enfermedades transmitidas por mosquitos como el dengue, el chikunguña y el oropuche, en medio de una profunda crisis sanitaria y escasez de medicamentos.
Mientras el ojo del huracán Melissa se aproxima al oriente cubano, la incertidumbre se mezcla con la esperanza de que los preparativos, aunque limitados, logren evitar una nueva tragedia en una isla que, una vez más, se enfrenta a la fuerza descomunal de la naturaleza en medio de su panorama de escasez, enfermedad y necesidad extrema.


                                    